martes, 4 de febrero de 2014

60 años de cambio climático resumidos en 15 segundos, @Es_renovable


El pasado 2013 ha sido junto con el 2009 y el 2006 el séptimo año más caluroso en todo el mundo desde 1880, esto señala un aumento global de las temperaturas. Y es que, con la excepción de 1998, los 10 años más cálidos de los últimos 134 años han ocurrido desde el 2000 en adelante. Según los datos facilitados por el Instituto Goddard Estudios Espaciales (GISS), un centro de la NASA con sede en Nueva York que realiza un seguimiento, el año más caluroso desde que se realizan mediciones fue el 2010, seguido de cerca por el 2005.

Los análisis de la temperatura global que lleva a cabo el GISS se basan en los datos que registran más de 1.000 estaciones meteorológicas repartidas por todo el mundo, en las observaciones que se realizan desde satélites de la temperatura en la superficie del mar y en las mediciones que se toman en bases científicas asentadas en la Antártida. La temperatura media durante el 2013 fue de 14,6 °C, superando en 0,6 °C la que había en la Tierra a mediados del siglo XX. Yendo más atrás en el tiempo se comprueba cómo la temperatura ha ascendido 0,8 °C respecto a la que se dio en 1880. Los científicos de la NASA señalan que cada año no tiene por qué ser más cálido que el precedente, pero con los niveles actuales de emisiones de dióxido de carbono, de ahora en adelante cada década será más cálida que la anterior.

El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero que atrapa el calor y juega un rol fundamental a la hora de determinar el clima en la Tierra. Aunque se genera de manera natural, el ser humano está emitiendo cantidades gigantescas con la combustión continua de carbón e hidrocarburos hasta el punto de que la proporción en la atmósfera es mayor que en cualquier otro momento de los últimos 800.000 años.

El GISS ha publicado este vídeo en el que expone, en sólo 15 segundos, el aumento generalizado de las temperaturas en la Tierra que se ha venido produciendo desde 1950 hasta nuestros días. En el mismo se utilizan las tonalidades amarillas y rojas para reflejar las zonas en las que se dan temperaturas más elevadas en relación a la media.


Las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera eran de 285 partes por millón en 1880, el primer año en el que el GISS comenzó con sus mediciones; para 1960 ya había 315 partes por millón y en el 2013 la cifra había subido hasta unas preocupantes 400 partes por millón. Es decir, un 71,25% más que hace 133 años.



El origen de palabras y expresiones venezolanas, Parte 1, @RubenDVillegas


 Por Ruben Villegas, Junio 2013

Los venezolanos tenemos expresiones coloquiales muy nuestras. Frases, refranes, palabras que se perderían en cualquier traducción oficial y rígida. El origen de algunas se pierden en la historia, muchas vienen de vocablos en otros idiomas que fueron “venezolanizados” en la jerga popular.
Veamos algunos de ellos y su origen.

Musiú: Lo usamos para referirnos a un extranjero o alguien con apariencia de forastero. Viene del vocablo francés “Monsieur” que significa “Señor”.

Chamo: Una palabra que nos distingue en muchos países de Latinoamérica. Viene de “Chum” que en inglés significa amigo o camarada.

Dar la cola: Lo utilizamos para la acción de pedir un aventón, que nos lleven a algún lugar. Se cree que viene de la guerra de la independencia donde los soldados rasos le pedían a oficiales amigos que los llevasen en la grupa o cola del caballo para descansar los pies en sus largas travesías.

Jalar Bola: Se utiliza como expresión vulgar de adular, halagar exageradamente a alguien o intentar persuadirlo de forma zalamera o insistente. El “jalabola” es quien ejecuta la acción. Contrario a lo que se cree no tiene nada que ver con halar testículos, cosa que sería dolorosa. Su origen data de las viejas cárceles venezolanas donde los presos usaban grilletes. Aquellos con mayor poder económico o influencia tenían a su “jalabolas” particular que los ayudaba a cargar o arrimar las pesadas bolas de hierro que tenían aferradas a sus tobillos con cadenas.

Corotos: Sinónimo popular de cosas, objetos genéricos. El expresidente Antonio Guzman Blanco tenía una gran colección de cuadros del artista francés Jean Baptiste Corot. Cada vez que tenía que cambiar de residencia le pedía a los empleados y personas de la servidumbre “¡Cuidado con los Corots! Para que tuvieran precaución al embalar y trasladar los cuadros. Luego estos empleados fueron generalizando la palabra a todos los objetos de la casa.

Echarse los palos: Beber licor. Al abolirse la esclavitud, los hacendados se negaron a pagarle a sus antiguos sirvientes con monedas de plata. Por lo que hacían tablillas con el sello de la hacienda para que pudieran ser canjeadas en las pulperías y bodegas por víveres. Muchos preferían comprar licor por lo que pedían “un palito de ron”, “un palo de miche”, etc. Al tener que contar en que habían despilfarrado las tablillas o palitos decían “me eché los palos”.

Dejar el pelero: Significa huir rápidamente de un lugar. Se dice que los indígenas venezolanos al seguir el rastro de una presa decían que la misma había salido corriendo al dejar rastros de pelo en el suelo o en la pared de su refugio. “Dejó el pelero” al sentirse amenazada.

Echarle pichón: Significa hacer un esfuerzo para lograr algo. En los antiguos pueblos y ciudades venezolanas, el agua se obtenía de bombas o fuentes públicas que había que utilizar con esfuerzo físico. Estas bombas tenían un letrero que decía “Push on”, para indicar que había que empujar la palanca para lograr extraer el agua. Al venezolanizarse quedó la expresión “Echarle pichón” para señalar a alguien que tenía que sacar el agua haciendo fuerza en la palanca.