Los campamentos son espacios en donde niños y
adolescentes aprenden divertidamente de algún contenido escolar específico, o
sobre todo de cómo convivir con otros armoniosamente, cómo trabajar en equipo,
cómo incluir a otros con naturalidad enfocándose en sus aspectos positivos, y
cómo divertirse de una manera sencilla y sana. Lo que hacemos en un campamento
está pensado, diseñado y hecho para que vaya mucho más allá de unos días
únicamente de diversión.
¿Sabías que existe un Diplomado para Directores de Campamentos promovido por la ASOVENCAMP que se da en la UNIMET en Caracas? Tengo
la suerte de estar cursando la segunda cohorte, y allí vi una materia llamada
Desarrollo y Teorías de Aprendizaje del Niño y Adolescente, de la mano de la
profesora y antigua guía de campamentos Ana María Applewhite. La clase
consistió en un recorrido por los diferentes autores que han teorizado sobre el
tema. En el Campamento Terecay nos formamos constantemente para estar cada vez más preparados, ser mejores cada día y así poder ofrecerte el mejor campamento, plan vacacional y asesoría.
En este artículo podrás ver cómo es un día cualquiera
en el Campamento
Terecay
y su vinculación con los contenidos aprendidos. Notarás que hay muchas teorías
de desarrollo y aprendizaje diferentes, y en algunos casos hasta
contradictorias. Sin embargo, la conclusión más importante es que el ser humano
es tan maravilloso que se debe exponer a todos los tipos de aprendizajes, y así lo hacemos en Terecay.
La
levantada, la hora del baño y de dormir:
Todo comienza a las 7:00 am, cuando una canción
adecuada para la ocasión se mezcla entre los sueños de los campistas y guías.
Abren los ojos, saludan a sus amigos, se cepillan los dientes, se ponen
protector solar, se visten, arreglan su cuarto para sacar el mayor puntaje en
la competencia por orden, y cuando suena el pito salen rápidamente hacia la
formación de patrullas. Al atardecer, cuando los mosquitos salen en bandadas a
buscar comida, se van a bañar. Y el día termina alrededor de las 9:30 pm cuando
se indica que deben ir a sus cuartos a dormir.
Pavlov y Skinner son dos representantes del conductismo.
El primero sostuvo que el aprendizaje se da por estímulos repetidos que
condicionan conductas. Todos los días utilizamos señales iguales que producen
respuestas y rutinas en nuestros campistas, tales como la música para
despertarlos, el pito para llamar a las formaciones y ciertas canciones e “y si
nos” que provocan un comportamiento en ellos. El segundo, por su parte, partió
de Pavlov pero propuso que dependiendo de los premios o castigos que se dan como
consecuencia de la manera en que se reacciona antes un estímulo, las personas
aprenden respondiendo positiva o negativamente. El sistema de puntos por
patrullas y según el orden de los cuartos, es la forma en que premiamos, y a
veces castigamos, a los acampantes durante la temporada, según las
conductas que vayan a favor de las normas preestablecidas.
La
calistenia, la piscina, la hora del burro y la merienda:
La calistenia es la primera
actividad grupal del día. Hacemos formación por patrullas, damos los buenos
días y viene algún invitado especial - un guía disfrazado - a hacer
alguna actividad para activar al campamento. Puede ser una clase de
bailoterapia, hacer música, hacer preguntas, contar chistes, algún juego de
competitivo, o cualquier idea que se haya planificado. La hora del burro es
parecida, pero es justo después del almuerzo y en ella se realiza alguna
actividad tranquila pero divertida, que permita reposar la comida y agarrar
energías nuevamente.
La piscina y la merienda constituyen
momentos de esparcimiento, en donde los niños tienen la posibilidad de hablar,
interactuar y jugar con quienes deseen, sin un acompañamiento explícito de
algún guía, en un espacio, por supuesto, controlado.
Sócrates planteó que todos los seres humanos
tienen conocimientos inherentemente y que sólo hay que fomentarlos para
aprender. Así mismo Vygotsky consideró que las personas nacen con
potenciales, y la forma de desarrollarlos es teniendo contacto con ambientes
estimulantes y sociales. La calistenia y la hora del burro son oportunidades
que incitan a florecer talentos naturales que tienen los niños. Unos se saben
todas las respuestas, otros son cómicos, otros dominan el balón mejor que nadie
en el campamento, otros bailan increíblemente bien, y la lista es tan larga
como actividades se realicen.
Andrés López, por otro lado, se dedica a la
caracterización de las diferentes generaciones de personas, identificando a la
AA como los nacidos después de septiembre 2001, quienes son nuestros campistas
actuales. Propone que son personas que no conciben el mundo sin tecnología,
tienden a abstraerse con aparatos electrónicos y a estar alejados del contacto
cara a cara. En cualquier temporada de Terecay los niños dejan de lado la
tecnología y se concentran en conocer a los otros y a la naturaleza, es parte
de nuestra misión. Sobre todo ocurre en los momentos en
donde tienen la posibilidad de escoger interactuar o aislarse sin hablar o
jugar con nadie. Sin embargo, normalmente todos se adaptan muy bien, y si no,
los guías se encarga de incluirlo y enseñarle el valor de conocer y estar en el
aquí y el ahora.
Erikson habló de ocho etapas por las que pasan las personas a lo largo de su vida. La cuarta corresponde a las edades que se atienden en una temporada del Campamento Terecay (de 7 a 15 años), en la cual los niños pasan de la época de fantasía a la de realidad, y es un momento clave para ayudarlos a ganar confianza en sí mismos y crear una personalidad propia y definida. En estos cuatro momentos de un día normal de campamento, y en realidad casi todo el tiempo, se hace descubrir al niño en qué es bueno, se le refuerza sus virtudes y se le proponen retos por opción que colaboran a elevar su autoestima.
Las
actividades especiales, los juegos largos y los de educación experiencial:
Las primeras son rotativas y se hacen por
grupos de edades. Puede ser caballos, rappel, pared de escalada, tirolina,
deportes, kayak, cocina, baile, música, queso, pesca, chinchorros, entre otras. Los
juegos largos usualmente son por patrullas y su objetivo es reforzar el trabajo
en equipo. Y los juegos de educación experiencial se hacen para los más grandes
y les permiten jugar aprendiendo a través de la experiencia.
Piaget determinó 4 etapas según la edad del niño
y describió sus comportamientos: la sensorio motora, de 0 a 2 años, en donde
son sumamente egocéntricos y no aprenden porque carecen de memoria, lo cual
indica que no existen conocimientos previos; la simbólica, que va desde los 2 a
los 7 años y es la etapa de la fantasía; la de las reglas, que va de los 7 a
los 12, y en donde pasan de la fantasía a la realidad y es necesario para ellos
que haya normas y se cumplan; y la de operaciones formales que se da durante la
adolescencia y en donde aumenta la lógica, el pensamiento racional y la comprensión
de las ideas abstractas.
Vygostky, además de determinar que las personas
aprenden en espacios estimulantes para el desarrollo, puso énfasis en el
aprendizaje por el ejemplo. Consideró que de 0 a 3 años no se aprende nada,
pero que luego, mediante la socialización con personas más grandes e incluso de
la misma edad, se empieza a aprender. 87% de las oportunidades el niño aprende
de un adulto, mientras que el 13% de otros niños.
El cerebro triuno es una teoría propuesta por MacLean, que
distinguió tres partes diferentes del cerebro asociadas a distintas funciones:
la reptil, en donde se concentran las costumbres y las rutinas; la límbica o de
las emociones asociada directamente al aprendizaje; y la neocorteza, en donde
el lado derecho incluye la creatividad, las artes, y va del todo al
detalle, y el lado izquierdo la organización, las instrucciones, y va del
detalle al todo.
Kurt Hahn definió la educación experiencial como aquella en la que se les hace vivir a
los participantes una experiencia que luego es vinculada a conceptos y
emociones, y por último se generaliza, se hace relacionar con la vida diaria y
sacar aprendizajes. Este proceso es conocido como el ciclo de kolb
En las actividades especiales está presente Vygotsky,
ya que es el momento en el que los niños comparten con sus pares y guías, lo
cual permite que aprendan por modelaje. Además, el cerebro triuno porque se
viven experiencias en muchos casos inéditas, que los hacen sentir e identificar
emociones y tener aprendizajes. Y Eirkson también, al reforzar la seguridad en
sí mismos en las actividades en donde hay cierto riesgo y logran su cometido.
Los juegos largos los conectan muy concretamente a los
otros y a la realidad no tecnológica, tal como López describe a la
característica principal de la generación que atendemos en este momento. Se
trata de juegos con reglas muy específicas que deben ser cumplidas, lo cual,
según Piaget, es muy favorable para el desarrollo y aprendizaje de los niños de
7 a 12 años, quienes constituyen la mayoría de nuestros acampantes. Y
nuevamente es un espacio para aprender de sus pares y de los mayores, como
según Vygostky se aprende a esa edad.
Los
desayunos, almuerzos y cenas:
En el Campamento Terecay se come por patrullas. Éstas usualmente están
conformadas por 10 acampantes mezclados en edad y género, y por un guía que los
acompaña casi siempre. Se hace mucho énfasis en las normas, no sólo en el
momento de la comida, sino en general, por lo cual seguimos lo dicho por
Piaget. Y por supuesto Vygotsky también por la posibilidades de aprender de
otros.
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Campamento Terecay
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