Por Ecoticias, 25/10/2013
En este trabajo, los científicos analizaron si un mayor consumo de
chocolate se asocia con un mayor o menor índice de masa corporal, así como
otros indicadores de grasa corporal total
Un equipo de investigadores de la Facultad de
Medicina y la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada ha
desmontado científicamente la vieja creencia de que comer chocolate engorda. En
un artículo publicado esta semana en la revista Nutrition, sus autores han
demostrado que un alto consumo de chocolate está asociado a niveles más bajos
de grasa total (esto es, la grasa acumulada en todo su cuerpo) y central
(abdominal), independientemente de si el sujeto practica o no actividad física
y a la dieta que siga, entre otros factores.
En este trabajo, los científicos analizaron si
un mayor consumo de chocolate se asocia con un mayor o menor índice de masa
corporal, así como otros indicadores de grasa corporal total y central en los
adolescentes que participaron en el estudio HELENA (Healthy Lifestyle in Europe
by Nutrition in Adolescence). Se trata de un proyecto, financiado por la Unión
Europea, sobre los hábitos alimentarios y el estilo de vida de los jóvenes de 9
países europeos, entre ellos España.
Independientemente de la dieta y la actividad física
Los resultados de este artículo, en el que
participaron 1.458 adolescentes de entre 12 y 17 años, mostraron que un mayor
consumo de chocolate se asoció con niveles más bajos de grasa total y central,
según lo estimado por el índice de masa corporal, el porcentaje de grasa
corporal (obtenido a partir de plicometría e impedancia bioeléctrica, dos
técnicas de medición) y el perímetro de cintura. Estos resultados fueron
independientes del sexo, la edad, la madurez sexual, la ingesta energética
total, la ingesta de grasas saturadas, fruta y verdura, el consumo de té y
café, y la actividad física de los participantes.
Como explica la autora principal de este
artículo, Magdalena Cuenca García, aunque el chocolate está considerado como un
alimento con un alto aporte energético (al ser rico en azúcares y grasas
saturadas), “recientes estudios realizados en adultos sugieren que su consumo
se asocia con un menor riesgo de trastornos cardiometabólicos”.
De hecho, el chocolate es un alimento rico en
flavonoides (especialmente catequinas), que proporcionan múltiples propiedades
saludables: “es un gran antioxidante, anti-trombótico y anti-inflamatorio,
tiene efectos anti-hipertensivos y puede ayudar a prevenir la cardiopatía
isquémica”.
Recientemente, otro estudio de carácter
transversal desarrollado en adultos por científicos de la Universidad de
California observó que una mayor frecuencia en el consumo de chocolate también
se asocia con un menor índice de masa corporal. Además, estos resultados se
confirmaron en un estudio longitudinal en mujeres que siguieron una dieta rica
en catequinas.
Este efecto podría deberse, en parte, a la
influencia de las catequinas sobre la producción de cortisol y la sensibilidad
a la insulina ambas, relacionados con el sobrepeso y la obesidad.
No sólo importa el impacto calórico
Los científicos de la UGR han querido ir más
allá, y analizar lo que ocurre con el consumo de chocolate en una edad tan
crítica como la adolescencia controlando también por otros factores que
pudieran influir en el acúmulo de grasa. El estudio, además de novedoso es
quizás el más amplio y mejor controlado realizado hasta la fecha, y el primero
en población adolescente. El estudio contempla un número elevado de medidas
corporales, una medida objetiva de la actividad física, detallado registro
dietético mediante 2 recordatorios no consecutivos de 24 horas con un programa
informático basado en imágenes, y controla el posible efecto de confusión de un
conjunto de variables claves.
Los autores del artículo publicado en Nutrition
destacan que el impacto biológico de los alimentos no debe ser evaluado sólo en
términos calóricos. “Las investigaciones epidemiológicas más recientes están
centrando su atención en estudiar la relación entre determinados alimentos (no
sólo por su contenido calórico, también por sus componentes) y los factores de
riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas, incluyendo el sobrepeso o
la obesidad”.
Con todo, los científicos de la Universidad de
Granada insisten en la necesidad de ser moderados en el consumo de chocolate.
“En cantidades moderadas, el chocolate puede ser bueno, como ha demostrado
nuestro estudio. Pero un consumo excesivo resulta, sin duda, perjudicial. Como
se suele decir: demasiado de algo bueno, ya no es bueno”.
Los investigadores de la UGR apuntan que sus
hallazgos “tienen también importancia desde el punto de vista clínico, ya que
contribuyen a entender los factores que subyacen en el control y mantenimiento
del peso óptimo”.
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