viernes, 8 de noviembre de 2013

Conservar en vidrio, la mejor elección, @concienciaeco


Por Diana, 30/10/2013

No hace falta ser un diestro detective para llegar a la conclusión, haciendo la compra y posteriormente rellenando la despensa, de la cantidad de diseños y formas para envases que existen en la actualidad en el mercado. Es lo que se conoce como packaging, con el término anglosajón que define a la perfección el arte de la presentación de un producto. Algunos de estos diseños y formas, pasarían por verdaderas obras de ingeniería, creadas después de mucho esfuerzo y trabajo por determinadas empresas para poder llevar a cualquier sitio, cualquier producto que podamos necesitar; incluyendo una multitud de ingeniosos compartimentos, aberturas o cierres. Reflexionando sobre dicha situación llegué a la conclusión, observando las diferentes estanterías de los comercios, que hay un material que sobresale por encima de todos, por su estética sencilla, limpia y distinguida: el vidrio. Todos reconoceríamos sin dudarlo, esa imagen que el vidrio difunde: nítida y atractiva, que supone un valor seguro de cara al consumidor. Y gracias a sus cualidades técnicas de maleabilidad, el vidrio resulta muy ventajoso y rentable para exponer multitud de artículos. Un material natural que es inerte e inocuo, y que no absorbe sustancias, porque no tiene problemas de migraciones como sucede con determinados plásticos a lo largo de un espacio de tiempo. Y no solo eso, resulta imperturbable frente a determinados productos tóxicos.

A la hora de elegir consumir un alimento envasado deberíamos tener en cuenta además de nuestros gustos culinarios, el envase en el que viene presentado para su correcta preservación. Es mucho más saludable un envase de vidrio, ya que ayuda a conservar su aroma, su sabor original, su color y su frescura, es decir, todas sus cualidades organolépticas; aún variando la temperatura (resiste el calor y el frío), y que con su transparencia, permite perfectamente ver el estado del producto. Manteniendo todos los nutrientes, en especial las vitaminas, que son las que más pueden degradarse.

El vidrio funciona como una cerca para las bacterias, las mantiene alejadas; otra propiedad que resulta importantísima, debido a que es un material que no se oxida. Reutilizable e impermeable, actúa garantizando una defensa frente a cualquier fenómeno exterior, ya sea un gas, o cualquier contaminación química o biológica. También, se puede colorear para tener un plus de conservación, algo imprescindible con algunos alimentos como el aceite; y es viable su decoración, tanto en relieve como con rótulos adhesivos. Esta descripción podría concebirse cómo algo parecido a un “superenvase”. Y es que el vidrio verdaderamente funciona como tal.

Esta particularidad se ve y se nota en especial, en las aguas minerales. Una bebida que propaga su pureza y que conservada en vidrio, emana todas sus cualidades intrínsecas sin ninguna perturbación.


La elección o no, de un determinado envase no es nueva, y ya apareció reflejada en el último estudio europeo sobre packaging por TNS llevado a cabo en 19 países, ”The European Packaging Survey”. Aquí, se ve reflejada la opinión de los españoles frente al uso del vidrio: el 80% de los encuestados de nuestro país ve muy conveniente su utilización. Una cifra bastante superior a la que registra el uso del plástico con un 48%, y el metal, por un 47%. Y si les diesen a elegir material, se decantarían en un 74% por el vidrio para el envase de los alimentos y bebidas. De esta encuesta también se desprende que un 87% de los participantes aseguró escoger el vidrio “por ser un material ecológico” y un 70% “por su facilidad de reciclado”. Dos opciones que cada vez van sumando más seguidores; ya que no solo debemos preocuparnos de consumir buenos alimentos en perfecto estado, sino de saber cómo están producidos en su totalidad, tanto en el exterior como en el interior, y cómo debemos desprendernos de ellos de la manera más correcta, y menos contaminante para nuestro entorno.

100% reciclable, el vidrio tiene la maravillosa característica de poder volver a transformarse en materia prima y reincorporarse otra vez a la cadena productiva, elaborándose así nuevos envases.

La sensibilización en España frente al reciclado va traspasando determinadas fronteras invisibles de concienciación medioambiental. Y ya se recogieron en el año 2012, 791.414 toneladas de vidrio en nuestro país, según los datos totales presentados por Ecovidrio. Una cifra nada desdeñable, que va aumentando inexorablemente gracias a una gran labor informativa, y al interés por parte de la ciudadanía en comprometerse de manera personal con un “acto de vida”, su retornabilidad; ya que mediante el reciclaje están contribuyendo a volver a dar una nueva existencia a ese envase. El futuro es del vidrio, un recurso higiénico y fiable.



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