lunes, 16 de diciembre de 2013

El origen del árbol navideño, hermosa tradición



De dónde proviene la tradición del árbol de navidad muy pocos la saben con certeza. La mayoría de las historias dicen que la Iglesia Católica adoptó esta tradición de los pueblos germánicos quienes creían que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que sus ramas guindaban las estrellas.

Otra de las historias cuenta que un sacerdote muy generoso solía repartir regalos en la noche de navidad a los menos favorecidos del pueblo, y un día se le ocurrió dejarlos en las ramas de un abeto cercano a la iglesia, mientras que los pobres recogían sus presentes observaban el cielo y las estrellas. Esto les agradó tanto que desde entonces el árbol se convirtió en parte fundamental de las fiestas navideñas.

Colocar el árbol y los adornos navideños varía en su fecha según las culturas y tradiciones de cada quien. Hay quienes lo colocan a principios de diciembre, mientras que a otros los agarra el reloj y corren a adornar ya más cercanos a la fecha. En América Latina suele colocarse el 8 de diciembre mientras se honra a la virgen.

Ya pasado el año nuevo las familias comienzan a desmontar la navidad. En Venezuela, suele dejarse hasta el 2 de febrero, día de la Virgen de la Candelaria.

Cada elemento que adorna el arbolito tiene un significado. Su forma triangular se refiera a la Santísima Trinidad, la estrella en la punta representa la fe que debe guiar la vida del católico. Las esferas o bolas representan los dones que Dios les otorgó a los hombres y las luces recuerdan las velas de la luz de Cristo. Sin embargo estos no son los únicos adornos, ya que cada familia le diversos elementos cargando el árbol de magia y color.


Esta decoración también varía mucho según el país. En los países nórdicos las esferas se sustituyen por ángeles y duendes. En Japón se colocan en las ramas abanicos y sonajeros. Y en China en lugar de adornar pinos se adornan naranjos.

El arbolito de navidad es muy representativo de estas fiestas ya que a su alrededor se colocan todos los regalos y obsequios y luego de la cena navideña, los miembros de la familia se reúnen en él para intercambiar presentes y compartir un rato más, con la música tradicional de fondo. En Venezuela, unas buenas gaitas no pueden faltar.

Además, puede ser una buena ocasión para que los más grandes disfruten unos deliciosos cocteles o algunas copitas de vino y champagne, para dar inicio a la época navideña. Y a los que no disfrutan mucho tomar bebidas alcohólicas, un chocolate bien caliente tampoco cae mal.


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