De dónde proviene la tradición del árbol de navidad muy pocos la
saben con certeza. La mayoría de las historias dicen que la Iglesia Católica adoptó esta
tradición de los pueblos
germánicos quienes creían que un árbol gigantesco sostenía el
mundo y que sus ramas guindaban las estrellas.
Otra de las historias cuenta que un sacerdote muy generoso solía
repartir regalos en la noche de navidad a los menos favorecidos del pueblo, y
un día se le ocurrió dejarlos en las ramas de un abeto cercano a la iglesia,
mientras que los pobres recogían sus presentes observaban el cielo y las
estrellas. Esto les agradó tanto que desde entonces el árbol se convirtió en
parte fundamental de las fiestas
navideñas.
Colocar el árbol y los adornos navideños varía en su fecha según las
culturas y tradiciones de cada quien. Hay quienes lo colocan a principios de
diciembre, mientras que a otros los agarra el reloj y corren a adornar ya más
cercanos a la fecha. En América Latina suele colocarse el 8 de diciembre
mientras se honra a la virgen.
Ya pasado el año nuevo las familias comienzan a desmontar la navidad. En Venezuela,
suele dejarse hasta el 2 de febrero, día de la Virgen de la Candelaria.
Cada elemento que adorna el arbolito tiene un significado. Su forma triangular se refiera a
la Santísima Trinidad,
la estrella en la punta representa
la fe que debe guiar
la vida del católico. Las esferas o
bolas representan los dones
que Dios les otorgó a los hombres y las luces recuerdan las velas
de la luz de Cristo.
Sin embargo estos no son los únicos adornos, ya que cada familia le diversos
elementos cargando el árbol de magia y color.
Esta decoración también varía mucho según
el país. En los países nórdicos las esferas se sustituyen por ángeles y
duendes. En Japón se colocan en las ramas abanicos y sonajeros. Y en China en
lugar de adornar pinos se adornan naranjos.
El arbolito de navidad es muy
representativo de estas fiestas ya que a su alrededor se colocan todos los regalos y obsequios y luego
de la cena navideña, los miembros de la familia se reúnen en él para
intercambiar presentes y compartir un rato más, con la música tradicional de
fondo. En Venezuela, unas buenas gaitas no
pueden faltar.
Además, puede ser una buena ocasión para
que los más grandes disfruten unos deliciosos cocteles o algunas copitas de
vino y champagne, para dar inicio a la época navideña. Y a los que no disfrutan
mucho tomar bebidas alcohólicas, un chocolate bien caliente tampoco cae mal.
http://cocinayvino.net/gastronomia/especiales/6908-encender-el-arbol-navideno-hermosa-tradicion.html
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