Los globos fueron, en su tiempo, los más
significativos inventos de aparatos voladores del ser humano; su importancia
radicó en el hecho de la imposibilidad, que tenían los hombres para elevarse
desde la superficie de La Tierra y trasladarse viajando por el aire.
Recientes investigaciones han demostrado que el 8 de
agosto de 1709, el sacerdote brasileño Bartolomeu de Gusmão hizo la primera
demostración de ascensión aérea en globo de aire caliente no tripulado en la
Casa de Indias de Lisboa, ante la corte del rey Juan V de Portugal.
Los hermanos Joseph y Jacques Montgolfier realizaron
la primera demostración pública de su invento el 4 de junio de 1782 en Francia.
Su sueño de llegar hasta el cielo se hizo realidad. La idea del globo
aerostático comenzó a gestarse cuando los hermanos estaban sentados frente a
una fogata. Notaron que el humo se elevaba y pensaron en la oportunidad de
aprovechar dicha cualidad.
Después de varios experimentos, comprendieron que el
aire caliente es más liviano que el frío, por lo que tiende a subir. Decidieron
crear una máquina que permitiera volar con este principio.
Joseph y Jacques Montgolfier lanzaron su primer modelo
en septiembre de 1782. El vuelo inicial demostró que su teoría estaba en lo
cierto. El 4 de junio de 1783 realizaron una demostración pública con un globo
aerostático de diez metros de diámetro en un mercado francés. Estaba construido
con tela y papel.
Más de 130.000 personas quedaron anonadadas cuando en
septiembre del mismo año en Versalles volvió a volar. Luis XVI, María Antonieta
y la corte francesa presenciaron el momento. Un gallo, una oveja y un pato
fueron sus tripulantes.
Justo en octubre de ese año viajaron por primera vez
humanos. Jean-François Pilâtre de Rozier fue el valiente pionero.
El 22 de octubre de 1797 el intrépido André Jacques
Garnerin saltó con un paracaídas desde un globo que volaba a gran altura sobre
el cielo de París.
El 21 de marzo de 1999, el suizo Bertrand Piccard y el
británico Brian Jones culminaron la vuelta al mundo en globo aerostático sin
realizar escalas, tras recorrer 46.759 kilómetros a bordo del Breitling Orbiter
III en 19 días, 21 horas y 55 minutos.
¿Cómo
funciona un Globo Aerostático?
El aire caliente es más ligero que el frío y tiende a
elevarse. La enorme bolsa de nailon de un globo contiene gran cantidad de aire
caliente, suficiente para levantar la cesta. Para elevarse el piloto enciende
un quemador de gas que calienta el aire, lo que impulsa al globo hacia arriba.
Para descender, tira de una cuerda que abre una trampilla en la parte superior
del globo, y así se escapa el aire caliente.
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