Aire acondicionado Sí, Aire
acondicionado No…
No a todo el mundo le gusta ni le
favorece el aire frío y directo de estos aparatos; tampoco siempre agrada el
exagerado contraste que crea con respecto a la temperatura de la calle. Es
probable que en tu lugar de trabajo tengas la polémica servida y pases el
verano en entretenidas negociaciones con los compañeros.
Pero tu Hogar es otro cantar. Si
prefieres estar en casa sin aire acondicionado, hay otras maneras de mantenerla fresca y
ventilada.
Te vamos a contar unos cuantos trucos para bajar la temperatura
de la vivienda. La mayoría son de sentido común y sobradamente
sabidos, pero quizás alguno te sorprenda…
1. Aislar, Reflejar, Disipar.
Aislar correctamente es igual de importante
para el frío como para el calor. Cuanto mejor aislada esté, mejor podrás climatizar naturalmente tu
casa sin aire acondicionado.
Reflejar la radiación del sol sobre superficies de
colores claros reduce el sobrecalentamiento, porque no la absorben.
Disipar el calor mediante cerramientos ventilados,
como las galerías:
tras la primera fachada se mantendrá la segunda a la sombra, y refrescada por
la cámara
de aire que se crea en medio.
2. Cubre los sofás con telas frescas y de colores claros.
Usa sábanas
100% algodón, lo agradecerás…
3. Rodéate de plantas: mejor si son de hojas grandes y verdes.
Ellas solas se encargan de refrescar y regular el ambiente, y cuando las
pulverizas la humedad se extiende y se mantiene.
4. Utiliza ventiladores de toda la vida. No bajan la
temperatura pero sí la sensación térmica más de 4 grados, y ayudan a crear
corrientes.
Los de techo, rotando en sentido
levógiro (contrario a las agujas del reloj), hacen que el aire fresco baje.
Además, su gasto
energético es bajo, como una bombilla de 100W.
5. Riega tu balcón o terraza al atardecer,
remojando incluso parte de la fachada. Y respira…
6. Si tu casa es de dos plantas y tienes
alguna ventana tipo Velux en la superior, cierra la habitación durante el día y
abre
puerta y ventana durante la noche: el calor acumulado en los
techos se irá como humo por chimenea.
La número 7 es la más importante: VENTILAR. Pero
no siempre conseguimos crear corrientes y el aire no se llega a enfriar durante la noche…
Hay un método para conseguir que el
aire estancado salga de la casa y entre el aire fresco nocturno. ¡Y sin utilizar ningún aparato!
Te lo contamos.
Cómo crear corrientes en sólo dos pasos:
a) Está atardeciendo… Mira tus
ventanas y decide cuáles serán “de salida” y cuáles “de entrada”. Te interesa
que donde duermas entre aire fresco, y es preferible que las de salida den a la
calle, donde el movimiento de aire es mayor.
b) Abre del todo las ventanas de salida.
Abre sólo un palmo las ventanas de entrada. Siéntate y observa cómo se empiezan a
mover las cortinas…
La magia es pura Física: el
efecto Venturi combinado
con el efecto
Joule-Thomson. En otras palabras: el aire de la calle, a su paso
por tu ventana abierta, crea una pequeña succión y aspira aire caliente de
dentro de tu casa. Por la ventana semiabierta entra aire en la misma cantidad
que el que sale, pero al pasar por menos espacio se le somete a presión: los
gases sometidos a presión bajan su temperatura. Voilá!
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