En el Campamento Terecay, conocemos la importancia de preservar los animales en peligro de extinción, no solo de la zona donde nos encontramos en Guárico, sino también de toda nuestra fauna a lo largo del territorio de Venezuela, es por esto que quisimos mostrarle algunos animales que están en peligro y que debemos cuidar con mucha responsabilidad y cariño. Hoy hablaremos de:
Cunaguaro: Leopardus Pardalis
Mammalia
Carnivora
Felidae
Descripción:
Es el más grande de los pequeños felinos manchados de
América. Mide de 70 a 90 cm de longitud, exceptuando la cola que oscila entre
28 y 41 cm. Los machos adultos pesan entre 10 y 12 kg, y las hembras entre 8 y
9,4 kg. De coloración dorsal parda amarillenta, el pelaje es corto y liso con
manchas y líneas irregulares muy oscuras bordeadas de negro. La cabeza es
similar en coloración al dorso. El vientre es blanco con manchas negras. De
hábitos nocturnos, crepusculares, solitarios y territoriales, sus principales presas
son vertebrados pequeños [1,2,3,4,5].
Se distribuye desde el sur de Texas en
los Estados Unidos, hasta el norte de Argentina. En Venezuela posee una
distribución amplia en tierras bajas, incluyendo la isla de Margarita, estando ausente
en los Andes y zonas altas de Bolívar y Amazonas [1,2,6,8]. Especialmente se
encuentran presentes dos subespecies, Leopardus pardalis melanura, al sur del
Orinoco y sistema Deltaico, y Leopardus pardalis pseudopardalis, en las
biorregiones cordillera Central, cordillera Oriental, llanos, sistema Coriano,
depresión del lago de Maracaibo y región insular [1]. Puede utilizar gran
variedad de ambientes, aunque prefiere bosques y selvas húmedas por debajo de
1.000 m de altitud [2,3,4].
Es frecuente en sabanas, bosques de galería, bosques
espinosos, matorrales e incluso manglares. La especie fue denominada antes como
Felis pardalis [2,3,5,6,7,8,9].
Nombres comunes: Cunaguaro, Manigordo, Ocelote, Gato
serval Ocelot
Situación
Por habitar grandes extensiones boscosas al sur y este
del país, Leopardus pardalis melanura podría no estar amenazada en un futuro
próximo. Sin embargo, las poblaciones de Leopardus pardalis pseudopardalis han
sufrido extinciones locales al norte del río Orinoco. De igual manera, es
alarmante su situación en la sierra de Perijá, cordillera de los Andes, cuenca
del lago de Maracaibo y la isla de Margarita, donde las escasas poblaciones
están predominantemente fuera de áreas protegidas y sometidas a una alta
presión por deforestación y cacería [10]. Se presume que la población de la
isla de Margarita podría pertenecer a una especie diferente a las del
continente, y que se encontraría en una situación crítica de amenaza [11]. A
escala global la IUCN clasifica a la especie en la categoría Preocupación Menor
[12]. En el resto de los países suramericanos se le reporta En Peligro para
Argentina, Amenazada en Brasil, en situación Indeterminada (Datos Insuficientes)
para Perú, y Casi Amenazada en Colombia y Ecuador [13,14,15,16].
La cacería comercial por su piel y la cacería
deportiva fueron actividades muy generalizadas hasta principios de 1970. No
obstante, en 1977 el Gobierno venezolano adoptó medidas de protección para la
especie y Venezuela fue ratificada como miembro del CITES [17,18]. Actualmente,
aunque no existe una cacería comercial sistemática, es perseguida ilegalmente
por ser considerada una especie dañina y de mucho valor como trofeo de caza o
mascota [2,18]. Sin embargo, la principal amenaza actual y futura para la
especie es la destrucción del hábitat, causa principal de la disminución de sus
poblaciones [10,19].
Conservación
La especie está incluida en el Apéndice I del CITES
[20]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485
(11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N°
1.486 (11/09/96) [21,22]. Aunque ha sido objeto de programas de concientización
y su área de distribución abarca numerosas áreas protegidas, estasmedidas no
han sido efectivas [19,23]. Se recomienda garantizar el cumplimiento de la
veda, particularmente en áreas protegidas donde aún se practica la cacería
ilegal; evaluar el estado de las poblaciones en la cordillera de los Andes,
sierra de Perijá y lago de Maracaibo; poner en práctica planes de conservación
y manejo con base en los resultados generados, y desarrollar actividades de
educación a escala nacional [2,19,24,25]. Específicamente en la isla de
Margarita se requiere con urgencia implementar planes para la caracterización
de la especie y para la conservación de la población relicta así como el diseño
de un área que garantice su protección [10].
Referencias:
[1] Linares 1998.
[2] Ojasti
& Brull 1981a.
[3] Eisenberg 1989.
[4] Emmons 1990.
[5] Handley 1976.
[6] Mondolfi 1976.
[7] Gremone et al. 1986.
[8] Bisbal 1989.
[9] Sunquist 1992.
[10] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003.
[11] J. Molinari com. pers.
[12] IUCN 2007.
[13] Bertonatti & González 1993.
[14] Pulido 1991.
[15] Rodríguez-Mahecha et al. 2006.
[16] Tirira 2001.
[17] Römer et al. 1971.
[18] Bisbal 1992.
[19] R. Hoogesteijn com. pers.
[20] CITES 2006.
[21] Venezuela 1996a.
[22] Venezuela 1996b.
[23] F. Bisbal com. pers.
[24] Núñez 1992.
[25] Ojasti 1993.
Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana
Ilustración: Michel Lecoeur
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