Las jirafas son los mamíferos de tierra con las colas más largas alcanzando hasta 2,4 metros, pero es más fácil pensar en la longitud del cuerpo de un animal en relación con la longitud de su cola.
Tratándose de esta premisa, el lagarto de hierba asiático es probablemente el animal con la cola más larga del mundo, asegura Don Moore, director del Zoológico de Oregón en Portland. Este diminuto reptil tiene una cola de 25 centímetros, tres veces la longitud de su reducido cuerpo.
Muchas especies de vertebrados desarrollan sus colas porque las utilizan para equilibrarse, como el lagarto Jesucristo, o algunas especies que nadan y las necesitan para la propulsión.
Las colas ofrecen una ventaja adicional sorprendente. Algunos reptiles pueden prescindir de parte de sus colas, así ante el ataque de un depredador, sacrifican sus colas y huyen con vida.
De entre los mamíferos, un tipo de roedor llamado jerbo, originario de África del Norte y Asia, también tiene una supercola.
El jerbo orejudo es una especie en peligro de extinción nativa de Mongolia y el norte de China. Su cuerpo puede alcanzar los 9 centímetros de largo, mientras que su cola es el doble que su cuerpo, hasta los 16 centímetros. Su larguísima colas le ayuda a equilibrarse en sus altísimos saltos.
Los monos araña se acercan bastante a los jerbos, comenta Moore, con una cola 1,9 veces más larga que su cuerpo. Apodado “ardilla vampiro”, este pequeño y feroz mamífero tiene una cola que ocupa un 130% de su volumen corporal. Además puede llegar a confundir a los depredadores el tiempo suficiente para que puedan escapar.
En la imagen una de las siete especies de mono araña que se viven en América Latina.
Las colas de los pájaros son diferentes, ya que en realidad son "largas plumas, no son colas óseas como en los lagartos o mamíferos", comenta Moore.
Aun así, merecen un lugar en nuestro ránking, especialmente el ave del paraíso Astrapia mayeri de Nueva Guinea. Con una cola de un metro, cuadruplica la longitud de su cuerpo y está en grave peligro de extinción.
Ligeramente más largo, con una cola cuatro veces la longitud de su cuerpo, el obispo colilargo habita en las llanuras africanas y a diferencia de las hembras que tiene colas normales, los machos han desarrollado colas más grandes para atraer a las féminas.
Si de la vida acuática hablamos, Jackie Cooper, que trabaja en el National Aquarium de Baltimore, menciona sin dudar la raya látigo. Este dasiátido tiene una cola de púas que puede alcanzar tres veces la longitud de su cuerpo.
Por grandeza, no podemos dejar de mencionar al tiburón zorro o azotador, cuya cola angular es tan larga como su cuerpo (en la imagen, un ejemplar nada en Egipto).
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