25/05/2015
Siempre que escucho sobre los hijos únicos es lo
mismo: "Es que es hijo único por eso es egoísta", "Se porta mal,
es un engreído, debe ser hijo único".
Tantas cosas se dicen sobre los hijos únicos que
decidí investigar un poco, ya que en los últimos años existe un alto número de
hogares que cuenta con hijos únicos por diversas razones, por eso, es importante desmentir algunas
percepciones sin fundamento e informarse un poco más sobre este tema.
Debido a que los hijos únicos no tienen hermanos con
quienes interactuar, ellos aprenden a depender de sí mismos. Sin embargo,
suelen tener ciertas dificultades en socializar a pesar de que no
necesariamente su condición de ser únicos los haga introvertidos o
extrovertidos. No siempre aquellas personas que no han tenido hermanos y/o
hermanas desarrollan esa clase de características.
Pero muchos estudios han arrojado lo siguiente:
? El hijo
único en realidad no es más autocentrado que ningún otro, ni menos competente
en el manejo de los conflictos. Resulta que esa rivalidad entre hermanos no es
necesaria para ayudarlos a resolver problemas. El tener compañeros de clase y
?en general? amigos cumple la misma función.
? Otro
estudio muestra que no necesariamente los hijos únicos están más solos. Este
dice que la soledad no siempre es mala y muchas veces ayuda a fortalecer el
carácter.
? Se encontró
que los hijos únicos tienen igual número de amigos que los niños que tienen
hermanos. En general, las diferencias entre hijos únicos y aquellos criados con
hermanos tienden a ser positivas.
? Los hijos
únicos han demostrado tener una inteligencia más alta, al igual que una mejor
ejecución escolar. También, parece ser, tienen una muy buena autoestima. Todo
esto sería causa de que los padres, al tener un solo hijo, lo estimulan más
intelectualmente, pasan más tiempo con él y, por lo común, el hijo único vive
en un ambiente muy enriquecido por los adultos.
Pero, ¿cómo criarlos correctamente? Algunos consejos:
1. El instinto innato que tienen todos los niños de
imitar y querer ser como su?s padres y complacerles es usual. Para fomentar su
identidad propia debemos ir con cuidado y no elogiar en exceso los parecidos:
Debemos fomentar la diferencia elogiando al niño desde muy pequeño cuando haya
hecho algo "a su manera".
2. Al no experimentar la rivalidad y las tensiones de
la convivencia entre hermanos, el hijo único puede presentar cierto grado de
inmadurez emocional y preferir la compañía de adultos, o niños mayores o
menores que ellos y evitar la compañía de niños de su edad. La convivencia
obligatoria con niños de su edad que se produce en la escuela puede llegar a
solucionar este problema. Para ello es conveniente que el niño se escolarice a
los 3 años.
3. La atención exclusiva que los padres prestan al
hijo único tiene efectos muy sobre la autoestima y la autoimagen del niño que
pueden desbordarse y convertirse en una actitud egocéntrica. Para evitar esto
debemos fomentar la autoestima y la autoimagen positiva del niño sin caer en
exageraciones poco realistas dándole siempre y desde muy pequeños un feedback
descriptivo ("¡Cómo me gusta esta flor roja que has pintado!" En
lugar de "¡Qué bien dibujas, es la flor más bonita que he visto!").
4. El apego entre los padres y el hijo único hace que
el niño se sienta muy seguro y protegido y sienta las bases para una fuerte
independencia. El apego mal gestionado genera ansiedad en el hijo único cuando
no está con sus padres. Para que el hijo herede solamente el lado bueno del
apego debemos fomentar su individualidad con actividades que le diferencien de
nosotros, fomentar que tome sus propias decisiones, fomentar que cuide de sí
mismo.
Desde el Campamento Terecay esperamos que les sean útiles estos consejos. Si tienen
problemas con la crianza de un hijo único es mejor ponerse en contacto con un
especialista.
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