17/06/2015
Algunos padres apenas tienen tiempo para disfrutar de
sus hijos debido a las prisas diarias, las preocupaciones, el trabajo, las
responsabilidades domésticas. Las tareas se acumulan y a veces dejan muy poco
espacio para hablar con los niños y pasar tiempo de calidad con ellos. Sin
embargo, los niños necesitan la cercanía emocional de sus padres, por lo que
debes cerciorarte de que tu hijo sepa que le amas y que es importante para
ti. Aunque existen muchas maneras de expresar el cariño, a veces es importante ponerlo
en palabras. De hecho, sería conveniente que no dejes pasar un día sin decirle
a tu hijo cuánto le quieres. Los mensajes de amor nunca caen en saco roto, sino
que son pequeños ladrillos con los cuales los niños construyen su autoestima y
autoconfianza para el futuro. No debemos olvidar que lo que el niño piense de sí
mismo, dependerá en gran medida de los mensajes que le transmiten sus padres.
La información y la valoración que reciben de sus actos son fundamentales para
que construyan la imagen de sí mismo. Por tanto, su desarrollo está en estrecha
sintonía con los gestos de afecto, la dedicación y los comentarios que los
padres le dedican cada día.
El Campamento Terecay te recomienda que te asegures siempre, que tu hijo sepa cuánto le quieres:
"Eres
muy especial". Es muy importante
que el niño comprenda que es único, diferente y especial. De esta forma no solo
se sentirá más amado y apreciado sino también más seguro y confiado. Es una
forma estupenda para hacerle saber que aunque tiene defectos y puede
equivocarse, también tienen cualidades maravillosas que le distinguen del
resto.
"Te
quiero mucho". A través de sus
actos, los padres les demuestran todos los días a sus hijos que le quieren. Sin
embargo, expresar ese cariño en palabras nunca está de más. Hay días difíciles,
días en los que puedes haber perdido la paciencia y has regañado a tu hijo,
estas palabras servirán para decirle que, pase lo que pase, nunca dejarás de
amarle. Recuerda que la aceptación incondicional es la base para una buena autoestima.
"Me
haces feliz". Los hijos son una
enorme fuente de satisfacción y felicidad; por eso, no esperes una ocasión
especial, dile todos los días cuán afortunada eres por tenerle. De esta manera
le estarás diciendo que es muy importante para ti, que es un motivo de
felicidad y orgullo. Recuerda que cuando los niños ven a sus padres
preocupados, pueden sentirse culpables. Hazle saber que no es así.
"Confío
en ti". Los pilares de la
autoconfianza y la autoeficacia se construyen en la más tierna infancia. Si
confías en tu hijo, este confiará en sus capacidades y se convertirá en un
adulto seguro de sí mismo. Recuerda que los niños se frustran con facilidad y
se decepcionan con rapidez cuando no logran los resultados previstos. Por eso,
es importante que cada día alimentes su autoconfianza. El niño debe saber que
confías en sus capacidades y en su voluntad para seguir adelante, a pesar de
los errores.
"Me
gusta cuando...". No se trata de
lisonjear para adular, sino de puntualizar los aspectos positivos del niño,
aquellos que más nos agradan y que desearíamos potenciar. De hecho, a menudo
los padres cometen el error de centrarse más encastigar los comportamientos
negativos que en enaltecer las conductas positivas. Por eso, es conveniente que
siempre te centres en las cualidades positivas del niño, y que se las hagas
notar. De esta forma, no solo sabrá exactamente lo que esperas de él sino que
también desarrollará una imagen más positiva de sí mismo.
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