Por Rosina
Albano 03/05/2015
Cuando hablamos de mejorar nuestra salud, no se trata
sólo de lo que comemos sino cómo lo comemos. La digestión comienza en la boca,
donde el contacto con los dientes y las enzimas digestivas en nuestra saliva
descomponen los alimentos. Pero hoy en día la mayoría de nosotros aceleramos
toda la experiencia de comer, apenas reconociendo lo que estamos poniendo en
nuestra boca. Comemos mientras estamos distraídos -trabajando, leyendo,
hablando y viendo la televisión, prácticamente tragando entera nuestra comida.
En promedio masticamos cada bocado sólo ocho veces. No es de extrañar por qué
muchas personas tienen problemas digestivos.
Hay muchas buenas razones para tomarte el tiempo de
masticar tu comida:
- La saliva descompone los alimentos en azúcares
simples, creando un sabor dulce. Cuanto más masticamos, más dulce se vuelve
nuestra comida, por lo que los antojos de un postre disminuyen.
- Masticar reduce el malestar digestivo y mejora la
asimilación, permitiendo que nuestros cuerpos absorban la máxima nutrición de
cada bocado.
- Masticar más produce más endorfinas - sustancias
químicas del cerebro responsables de la creación de sentimientos de bienestar.
- También es útil para bajar de peso, porque cuando
estamos masticando bien, somos más propensos a notar cuándo estamos llenos.
- De hecho, masticar puede promover el aumento de la
circulación, de la inmunidad, de la energía y resistencia, así como mejorar la
salud de la piel y estabilizar nuestro peso.
- Tomarte el tiempo necesario en cada comida,
comenzando con la masticación, permite que disfrutes de toda la experiencia de
comer: los olores, sabores y texturas. Te ayuda a dar gracias, mostrar tu
agradecimiento por la abundancia en tu vida y desarrollar la paciencia y el
autocontrol.
El poder de la masticación es tan grande que hay
historias de sobrevivientes de los campos de concentración que, cuando otros no
pudieron, lograron sobrevivir con muy poca comida masticando sus magras
raciones hasta 300 veces por bocado. Para la mayoría de nosotros 300 veces es
una meta de enormes proporciones y poco realista. Sin embargo, puedes
experimentar los beneficios de masticar, aumentando a 30 masticaciones por
bocado. Pruébalo a ver cómo se siente.
Trata de comer sin la TV, computadora, celular,
periódico o una compañía muy ruidosa. En su lugar sólo préstale atención a la
comida y la forma en que estás respirando y masticando.
Este tipo de silencio puede ser desconcertante al
principio, ya que estamos acostumbrados a un flujo constante de publicidad,
noticias, medios de comunicación, el correo electrónico y las demandas de los
demás. Pero a medida que crees este nuevo hábito, comenzarás a apreciar el
comer sin prisas. Tienes que comer todos los días, ¿por qué no aprender a saborear
y disfrutar de ella?
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