Por @ParadaFamiliar 16/03/15
Leer, para quien de verdad lo disfruta, es un placer.
Más allá del aprendizaje, en los libros encontramos refugio, historias,
compañía, personajes que a veces se parecen a ti y otras veces no. Y todas esas
sensaciones pueden aprenderlas los niños desde la barriga de mamá, Parada
Familiar conversó con Lin Noguera, coordinadora
La Rana Encantada, una organización social que promueve la lectura, la
literatura infantil y la expresión creativa oral sobre cómo hacer qué nuestros
hijos se acerquen a los libros.
¿Cómo
enamoramos a los niños de los libros?
La mejor enseñanza es el ejemplo. Si tus niños ven que
disfrutas leyendo, que compartes con ellos lecturas en voz alta y tienes libros
como parte de tu cotidianidad, ya serán también parte de la suya.
Hacer una biblioteca para ellos, con libros apropiados
para cada edad, a la cual puedan acceder fácilmente y crear un espacio donde
adultos y niños compartan su uso. El libro se convierte entonces en parte de su
mundo de juego, algo vivo que conecta afectivamente, que se disfruta y eso
enamora.
¿Qué tipo de
historias prefieren a los niños, según tu experiencia?
A los niños les gusta todo tipo de historias siempre y
cuando estén bien escritas. Y sobre todo las que tienen un fino sentido del
humor que respeta su inteligencia, las que los estimulan a anticipar lo que
pasará y sin embargo los sorprenden; las historias donde pueden identificarse
con los personajes y que mueven su percepción y sus sentimientos. Igual que los
adultos, les gustan los libros bien hechos: bien ilustrados, bien escritos,
bien editados.
¿Desde qué
edad podemos formar pequeño lectores?
Desde el vientre materno. El bebé puede percibir los
sentimientos de su mamá, la vibración de su voz y, más adelante, escucharla.
¿Qué leerle? Lo que haga sentir bien a la mamá, poesía
de tradición oral, canciones de cuna, poemas con rima y palabras sencillas,
estribillos de juegos, entre otros.
¿Hay algún espacio amigable en la ciudad de Caracas
que recomiendes para ir a leer?
La Ludoteca de la Biblioteca Los Palos Grandes, la
Sala de Lectura Manuelita Sáenz (en la Plaza Bolívar), la librería Sopa de
Letras (en La Trinidad). En el Campamento Terecay sabemos que cualquier parque que les guste visitar en familia
puede convertirse en ese espacio si organizamos un picnic de libros en familia.
Y el mejor de todos: en casa, amapuchados con mamá y papá.
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